¿Qué son los cosméticos?
El término cosmético se acuñó en el siglo XVII a partir de la palabra griega kosmetikós, que significa "relativo a la ornamentación". Por su parte, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) de Estados Unidos define los cosméticos como "sustancias destinadas a ser aplicadas al cuerpo humano para limpiar, embellecer o alterar la apariencia sin afectar la estructura del cuerpo o sus funciones". En esta categoría también se incluyen los materiales destinados al uso como componentes de un producto cosmético, aunque se excluye específicamente el jabón de esta categoría.
En la Unión Europea, el Reglamento Europeo 1223/2009 define a los productos cosméticos como "toda sustancia o mezcla destinada a ser puesta en contacto con las partes superficiales del cuerpo humano (epidermis, sistema piloso y capilar, uñas, labios y órganos genitales externos) o con los dientes y las mucosas bucales, con el fin exclusivo o principal de limpiarlos, perfumarlos, modificar su aspecto, protegerlos, mantenerlos en buen estado o corregir los olores corporales. El término "cosmético" incluye por tanto maquillaje, desodorantes y también geles de ducha, champús y jabones en general. Sin embargo se excluyen los productos destinados a curar alguna enfermedad o aquellos que no se apliquen de manera externa.
Por tanto, los cosméticos son productos que se utilizan para la higiene corporal o para mejorar su apariencia, en especial la del rostro. Suelen estar hechos a partir de mezclas de productos químicos, algunos derivados de sustancias naturales y otros sintéticos.
En términos históricos, se tiene la primera constancia del uso de cosméticos en el Antiguo Egipto, en torno al año 4.000 A.C. También se sabe que los griegos y los romanos hacían uso de los cosméticos.